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Elcano's big decision

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Few stories can be as rich and exciting as that of the expedition of Magellan and Elcano. However, despite the great achievement of the first circumnavigation, the classical historiography of the trip has used to detract in a certain way to Elcano and his family. Although fortunately we read less and less frequently that of "Magellan's first round-the-world tour", it is still common to consider valid arguments lacking the proper basis, according to which the choice of the return path followed by Elcano from the islands Moluccas was something natural, logical, become, the result of the inertia of having traveled half the globe in that sense, or decided without more. Little less than Elcano was simply "the one who completed Magellan's journey" and also the one who did it on the side of the already known world. Elcano is thus distorted and reviled to irrelevance.

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Figura 1. Archivo General de Simancas (AGS), EST, LEG, 367, f. 94r.

I. Introducción

We also sometimes find that this decision is attributed to more or less logical or reasoned reasons, with greater or lesser success, but in some cases lacking a real basis in the sources. In my opinion, this type of reasoning usually has a common denominator by leaving the crew of the Trinidad ship in a bad place, which was under the command of Captain Gonzalo Gómez de Espinosa, in such a way that when they decided to return to Spain via the Pacific they began a chain of errors destined inevitably to failure, before the option of a natural, logical, turned, and evident return followed by those of nao Victoria. In summary, we have a bad sailor like Espinosa who sought failure - because he was a military man and had no nautical experience, as we will have read repeatedly - and a good sailor who continued his journey forward, as if that were what he had to do. do, without further ado. Can it be seen in another way? There is no doubt that it is, and we are going to deal with that.

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Your High Majesty will know more, what we most appreciate and have is that we have discovered and rounded all the roundness of the world, going from the West and coming from the East.

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Thanks to this appointment we are aware of the enormous importance that for Elcano having completed the first circumnavigation supposed: after having finally managed to pass by sea at the swords of America, reach the Species, and tell that those islands belonged to the Castilian demarcation according to the The distribution of the world made in Tordesillas with the King of Portugal, the most important thing for him of all that trip had been to go around the world.

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(4) Como se comprobará más adelante, esta carta fue escrita en Cochín (India), de modo que adonde se está refiriendo que llegó Íñigo López es allí. La identidad del autor de esta primera carta no quedó registrada.

(5) La carta contiene otros errores claros como este, resultando un relato en general bastante confuso.

(6) Antigua herramienta compuesta por dos palos unidos en un extremo articulado, que servía para desgranar a golpes la mies. No identificamos mallos entre los pertrechos a bordo, ni se antoja fácil que una persona sobreviviera a un buen golpe en la cabeza con un mallo, por lo que parece tratarse de una exageración.

(7) Refiere a Borneo cuando, en realidad, se trataba de las Filipinas. Es posible que este error fuera cometido porque en este entorno geográfico los portugueses empezaban a explorar la isla de Borneo, pero todavía no las Filipinas.

(8) Expresión equivalente a tomar el timón. Se refiere sin duda a Juan López Carvallo, piloto portugués que sucedió a Magallanes en el mando tras las bajas acaecidas en el convite de Cebú, que resultó ser una emboscada.

(9) Se refiere a Pedro de Lorosa (referido así por Pigafetta), Lorossa (según Antonio de Brito) o de La Rosa (según Espinosa, Pancaldo y Mafra), quien había llegado al Maluco a bordo de la expedición del capitán Tristán de Meneses, la cual arribó meses antes de que lo hicieran los de Magallanes, pero abandonó las islas tras ser rechazados por los de Bachián. Según las noticias recabadas por los castellanos, Meneses procuró el envenenamiento de Francisco Serrano, el portugués amigo de Magallanes que le había hecho llegar cartas informándole de la posición de estas islas, y de su pertenencia a la demarcación castellana del Tratado de Tordesillas. Así se contaba en la Relación de Pigafetta, y en los testimonios de Espinosa, Pancaldo y Mafra en Probanza sobre el derecho real a las islas Molucas, Valladolid, 2 de agosto de 1527, Archivo General de Indias, Sevilla (AGI), Patronato, 49, r. 4.

(10) Nos extenderemos sobre ello en el epígrafe III «Análisis de la afirmación acerca del retorno conjunto por Maldivas de las naos Trinidad y Victoria».

(11) Resulta interesante que esta versión errada, según la cual ambas naos llegaron a partir juntas del Maluco y se separaron después tras la avería en la nao Trinidad, tuvo más tarde eco en parte de la cronística portuguesa, siendo recogida con variaciones por Gaspar Correa y João de Barros, aunque ambos indicaron que la separación entre los navíos se produjo en la isla de Banda. La información de la carta que nos ocupa podría tratarse del germen de esta confusión posterior.

 

(12) Sin duda, se trataba del grumete Martín de Ayamonte y del hombre de armas Bartolomé de Saldaña, huidos de la nao Victoria en la isla de Timor el 5 de febrero de 1522 —lugar y fecha según Relación de tripulantes de la Armada enviada al descubrimiento de la Especiería fallecidos, desertores o dejados en las Molucas, posterior al 14 de julio de 1522, en AGI, Patronato, 34, r. 11—. Ambos fueron localizados allí muy poco después por una expedición comercial portuguesa que había acudido desde Malaca a cargar sándalo, aprovechando el viento favorable del monzón de invierno.

 

(13) «Sabían que tenían que navegar aún muchísimas millas, casi media vuelta al mundo, en una nave muy castigada por la broma, y además conociendo que no podían tocar tierras africanas, donde corrían el peligro de ser apresados por los portugueses», en FERNÁNDEZ VIAL, Ignacio y FERNÁNDEZ MORENTE, Guadalupe, Primus Circumdedisti Me, la primera vuelta al mundo, los preparativos, la travesía, el regreso, Sevilla: Ayuntamiento de Sevilla, 2022.

 

(14) Esta información acerca de cómo los portugueses encontraron a Ayamonte y Saldaña puede ser complementaria a la que se proporciona en la introducción del referido testimonio que se les tomó en Malaca el 1 de junio de 1522, en cuya introducción se afirma que habían sido encontrados en Timor —y no en Borneo como aquí se dice— por Pedro Soares de Sousa. A continuación, fueron trasladados a Malaca por el capitán Álvaro Juzarte, acompañado de Juan Moreno y Duarte Ferreira, así como de un Blas Bareto. A ellos parece que debemos añadir al mencionado aquí Pedro Mereno. En Auto das perguntas... Torre do Tombo, Corpo Cronológico, parte II, mç. 101, nº 87.

 

(15) Nótese que gracias a esto averiguamos que los dos jóvenes castellanos pasaron de Malaca a Cochín, donde les volveremos a perder la pista. No sería descartable que estos proporcionaran versiones sobre el viaje que los había llevado hasta Asia que fueran contradictorias o erradas intencionadamente, generando confusión entre los portugueses.

 

(16) Antonio de Brito fue el capitán portugués que llegó al Maluco el 13 de mayo de 1522, es decir, tan solo un mes y una semana después de que hubiera partido la nao Trinidad con intención de navegar hasta el Darién, y el que terminó apresando a la tripulación superviviente tras su regreso, a finales de octubre del mismo año. Según él mismo contaría en una de las cartas que dirigió al rey Juan III, tras zarpar de Malaca había permanecido en Banda hasta el 2 de mayo, esperando que cambiara el ciclo del monzón, desde donde ya tuvo noticias de los castellanos, e incluso terminó capturando a uno de los cinco que habían quedado al cargo del almacén de Tidore, quien había viajado hasta aquella isla. En Carta de António de Brito ao rei D. João III dando conta das naus castelhanas que tinham chegado a Maluco, da sua viagem, dos acontecimentos e dos preços das especiarias, Ternate (Indonesia), 11 de febrero de 1523, Torre do Tombo, Gavetas, gav. 18, mç. 6, nº 9.

(17) Dado que esta carta, como se verá, fue fechada el 23 de diciembre de 1522, mientras Antonio de Brito todavía se encontraba en el Maluco, es necesario tener presente que estos hechos relativos a él ya habían sucedido con anterioridad.

 

(18) «Veniaga» es una palabra de la lengua portuguesa proveniente del malayo berniega. Significa lugar de comercio, mercado. Dicionário Priberam da Língua Portuguesa (DPLP) [en línea], 2008-2022. Disponible en https://dicionario.priberam.org/veniaga [Consultado: 13/11/2022]. DPLP, 2008-2022, s.v. veniaga.

 

(19) Aquí es un portuguesismo. En español, desmanes. DPLP [en línea], 2008-2022. Disponible en https://dicionario.priberam.org/desmancho [Consultado: 13/11/2022]. DPLP, 2008-2022, s.v. desmancho.

(20) En el año presente. Real Academia Española: Diccionario de la lengua española, 23ª ed., [versión 23.5 en línea], Madrid, Real Academia Española, 2014. Disponible en: https://dle.rae.es [Consultado: 13/11/2022]. RAE, 2014, s.v. ogaño.

III. Análisis de la afirmación acerca del retorno conjunto por las Maldivas de las naos Trinidad y Victoria

Since Elcano placed so much value on it, then it is worth asking ourselves, did those men do anything to achieve this achievement that was not to act logically according to strict criteria of survival? In other words, when deciding on the way back, did you have any other easier alternative, or that entailed less risk, that you could consider shorter or safer for your trip back to Spain from the Moluccas? Because if that were the case, what Elcano and his men achieved would have even more merit, given that they would have deliberately and consciously taken risks in order to go around the world. This is exactly the conclusion we are going to reach, sticking to what the sources about the trip tell us, and this is the merit that is customary to subtract from Elcano and his men.

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Figura 2. Croquis de la hipótesis sobre la derrota conjunta prevista, y de la seguida por Elcano.

Before entering the matter, we must look at a very relevant detail, and that is that the idea of ​​going around the world was assumed by the entire surviving crew in the Moluccas, under the last command of Gonzalo Gómez de Espinosa. Although the sources do not state it explicitly, they do so implicitly, since a good number of them tell us that the Victoria and Trinidad ships sailed together from the Moluccas, although a breakdown was discovered in the latter, and it was in that moment when it was determined that it would go to Panama after being repaired, while the nao Victoria would set sail alone following the journey that we all know. Since the return to Spain by way of the Pacific was only assumed by those of Trinidad after the breakdown, it is logical that, before that, the intention was to set sail together in the opposite direction, to go around the world.

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Elcano affirmed after his return that the Moluccan islands were within the Castilian demarcation, according to the division of the world agreed between Castile and Portugal in the Treaty of Tordesillas. He also wrote it in his famous letter written in Sanlúcar de Barrameda, before having received any hypothetical pressure for the convenience of defending that idea before the Portuguese. This brings us closer to a certainty, and that is that the return route through the Portuguese hemisphere was not chosen because it was considered shorter than the return route through the Pacific.

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In addition to this, if we do the exercise of representing the defeats foreseen by both routes of return in the cartography that they handled, both before leaving and after their return, we will verify that, indeed, the route followed by the Victoria nao is not be shorter than the one devised by those of the Trinity. Both are of a very similar length and, therefore, this factor does not seem to be determining.

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On the other hand, we must look at the winds, which for them were an essential conditioning factor when determining the way forward, and especially those prevailing in the surroundings of the Moluccas. Did they know the wind regime typical of those regions? Elcano's letter gives us the key again:

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Wanting to leave the islands of Maluco on the way back from Spain, […] and after the time when the ships go to Java and Malacca, we determined to die and, with great honor at the service of your High Majesty, for making her aware of said discovery , with a single ship to leave.

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Elcano here is telling us that he knew about the monsoon cycles, which in the environment of present-day Indonesia generates winds from the west in winter, and which alternate in the opposite direction in summer. Since they were in December at the time of deciding the way back, the winds were contrary to sail west. That is why Elcano affirmed that it was no longer time to sail to Java and Malacca.

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Figura 3. Detalle del planisferio Kunstmann IV (26), en que figura «Maldiva» al suroeste de India. Elaboración propia a partir de Bibliothèque Nationale de France, département Cartes et plans, CPL GE AA-564 (RES). Disponible en: https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/btv1b59055673/f1.item [Consultado: 13/11/2022]

En este sentido, no habría sido descabellado buscar las Maldivas explorando la vertiente sur de la cadena de islas de Sumatra, Java, Bali, etc, aunque es una mera conjetura que a sus ojos podría implicar una gran incertidumbre. Hoy sabemos que la geografía de esas islas lo habría permitido, pero entonces ellos podrian haber temido que estas islas se alargaran demasiado al sur, lo que les habría forzado a navegar con rumbos poco convenientes para el viento monzónico que esperaban tener (ver figuras 3 y 4).

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The winter and summer cycles of the monsoon around present-day Indonesia. At the time of deciding the routes to follow they were under the winter monsoon, with contrary winds to go west. Despite this, Elcano risked trying to avoid them.

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Volviendo a la cita que acabamos de mostrar, parece ahora más claro que fue en Timor donde Elcano impuso su criterio de abandonar la ruta hacia las Maldivas para, según terminó haciendo, poner rumbo directo al cabo de Buena Esperanza a través del Índico sur. Hasta entonces había seguido el camino previsto incluso antes de iniciar el regreso en solitario con la nao Victoria. Había seguido el camino acordado por todos, incluso con los de la nao Trinidad, para su navegación conjunta. De ahí la sorpresa, e incluso la opinión contraria del maestre y del piloto de la Victoria, Miguel de Rodas y Francisco Albo, cuando el capitán Elcano decidió cambiar el plan. También así se comprende mejor que fuera en Timor donde los dos jóvenes castellanos decidieran abandonar el navío, sin duda por creer demasiado arriesgado el nuevo plan impuesto improvisadamente por Elcano.

Es posible que Elcano asumiera a regañadientes y por disciplina el regreso pactado por Malaca y Maldivas (27), y que la idea de viaje que terminó adoptando ya la hubiera expuesto con anterioridad en Tidore. Acató la opinión de la mayoría, y lo ordenado por el capitán general Espinosa, pero una vez quedó en solitario al mando de su nao pasó a ser fiel a su propia intuición, algo que los demás también pudieron sospechar que ocurriría. De ser así, esto podría explicar por qué el capitán de Brito terminó contando a su rey que «los castellanos no querían obedecer al capitán» (28): los de la Trinidad, fuente de información para de Brito, ya sabían de la idea de Elcano, y del rechazo que esta causaba entre al menos parte de la tripulación de la nao Victoria. Por ello, cuando Elcano consumó su cambio de plan en Timor no debió sorprender a nadie, sino que a sus compañeros no les quedó más remedio que acatar la orden (29).

La idea de hacer escala en las Maldivas respondía sin duda a la falta de fiabilidad que presentaban las naos, algo que el propio testimonio de Martín de Ayamonte y otras fuentes (30) dejaban patente, pero entrañaba un alto riesgo de encuentro con cualquier armada portuguesa (31), por navegar en aguas transitadas habitualmente por ellas. Suponemos que sabían que se trataba de un archipiélago repleto de pequeñas islas y bajíos, que ofrecía por ello una buena oportunidad de escabullirse ante la eventual aparición de velas portuguesas en el horizonte.

De haber mantenido el plan, Elcano habría tenido que esperar en Timor a que alternaran los vientos con la llegada del monzón de verano, es decir, que en vez de hacerse a la vela a mar abierto desde Timor en febrero de 1522 tendría que haber permanecido allí hasta mayo (32). Ello resultaba peligroso ante la posible llegada de portugueses en su búsqueda (33). De hecho, si no hubiera marchado, aquellos que encontraron a Martín de Ayamonte y a Bartolomé de Saldaña poco después de su deserción (34) habría sido fácil que toparan con la nao Victoria. Tampoco faltó mucho para que diera con ellos la armada de Antonio de Brito, que efectivamente acudía hacia el Maluco desde Malaca impulsada por el mozón de invierno. Elcano no lo supo, pero pudo sospecharlo y, en este sentido, su apuesta resultó correcta.

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Figura 5. Las expediciones portuguesas de Álvaro Juzarte y Antonio de Brito estuvieron cerca de topar con la nao Victoria en Timor y con la Trinidad en Tidore, por las fechas en que llegaron respectivamente a estos lugares. 

También relativo a ello, podría ser que los de la nao Victoria fueran vistos por embarcaciones que acudían a comerciar a Timor desde regiones más o menos próximas, y Elcano recelara de que pudieran dar noticia de su presencia allí. Aunque no parece tratarse de una información muy veraz, la crónica de João de Barros afirmaba que, efectivamente, el capitán Antonio de Brito tuvo contacto mientras se encontraba en Java con un junco proveniente de Banda con el que se habían encontrado los castellanos. Según Barros, estos habían dado a los del junco un salvoconducto escrito para navegar por aguas en la demarcación de Castilla (35), que más tarde leyó de Brito, y recibió así noticias anticipadas de su presencia. Barros equivocaba el lugar en que decía que se encontraban los de la nao Victoria y, en vez de en Timor, afirmó ser en la isla de Banda, donde ellos en realidad nunca estuvieron. No obstante, fuera esto cierto o no, lo que sí podemos dar por seguro es que Elcano recelara de que su presencia en Timor pudiera llegar a oídos de los portugueses.

Así, la idea inicial de regresar conjuntamente con las naos Trinidad y Victoria resultaba conservadora en cuanto al riesgo de irse a pique en mar abierto, por transitar cerca de costa y buscar un lugar donde hacer escala, mientras que, por el contrario, implicaba asumir un alto riesgo de encuentro con los portugueses, dado que discurriría por las rutas habituales que conectaban Malaca con India y con Sumatra, Java, Timor, Banda y el Maluco. Por tanto, en esta decisión conjunta que se tomó bajo el mando del capitán general Gonzalo Gómez de Espinosa prevaleció el temor al mal estado de las naves frente al de ser apresados.

En cambio, después de que la nao Trinidad sufriera la vía de agua que forzó a la separación de sus destinos, fue el capitán Juan Sebastián de Elcano quien decidió alterar el plan preconcebido una vez alcanzó Timor, hasta donde llegó siguiendo la ruta prefijada, pero fue aquí donde cambió el plan e impuso el cambio de rumbo que terminó siguiendo, renunciando a acudir a las Maldivas, y eligiendo la vía más directa hacia el cabo de Buena Esperanza, a través de un océano Índico sur hasta entonces nunca navegado y sin escalas.

It should be clarified that Pigafetta heard about this, but did not understand it, leaving us in his famous relationship a phrase that is contrary to what Elcano affirmed, to the monsoon cycles as we know them, and very confusing:

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We could make the trip with Victoria alone, which would soon leave taking advantage of the east winds that were beginning to blow; During this time, the Trinidad, which could take advantage of the westerly winds to go to Darien, would be careened.

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Actually, there were no easterly winds at that time for those from the Victoria ship, but from the west, the same ones that those of Trinidad could take advantage of to go to Panama, if they did not delay too much with the repairs that the ship was going to require. . The Trinidad ship ended up setting sail from Tidore on April 6, 1522, and at that time the winter monsoon was still maintained, as confirmed by the Roteiro of a Genovés Pilot, that with respect to the first days of navigation of the ship Trinidad told us that they found favorable winds:

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And ruling east […] following this course, they sailed for several days, always finding the wind very favorable.

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The monsoon cycle was undoubtedly a determining factor for them, and in this case it was the opposite to choose to sail to Africa, that is, to choose to go around the world. The prevailing wind at the time of sailing the ship Victoria was a factor against making that decision. We find more references to him in the sources, and especially a very interesting one that the testimony of cabin boy Martín de Ayamonte left us to the Portuguese:

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A pilot took them to Timor because it was the monsoon […] and the master and the pilot, who were Greeks, wanted to go to Malacca, and the captain, who was from Biscay, did not want to.

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This appointment confirms again that they knew the monsoons, and that since it was not possible to navigate west, they determined to head south, for which they had the help of a local pilot from the Moluccas, an expert in this complicated navigation.

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If they wanted to go around the world, they had two options, either wait for summer to arrive and thus the wind would turn favorable to head west ―option on which the Greek officers Miguel de Rodas and Francisco Albo were betting―, or set sail immediately to the south, since, although with difficulty, the ships could be propelled with a lateral wind, thereby hoping to reach latitudes where the effect of the monsoon would disappear and the winds would allow them to go to the Cape of Good Hope. This was Elcano's bet.

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Sailing to Java and Malacca, then to India and later along the eastern coast of Africa would have been a great advantage, because it would have been a coastal navigation, close to the coast and therefore much safer. It was the most reasonable given the poor condition of the Vitoria ship, which had waterways that forced the crew to permanently drain because of the joke, that wood parasite that Elcano said that the Victoria ship was such a joke as God wanted , and Martín de Ayamonte who took them to hit the bomb twelve times during the day and twelve times at night .

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On the contrary, this route presented the great danger that it was the usual Portuguese route and, if they were detected, they knew that the rival kingdom was not going to allow a Castilian ship to cross its waters laden with spices. If they crossed paths with the Portuguese they would be captured. The Greek officials preferred to take this risk rather than go down due to the poor condition of the ship in the open sea and, for more safety, they spoke of making an intermediate stop in the Maldives islands, southwest of India, to carry out maintenance work:

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Their intention of them was, according to the saying Martín [from Ayamonte], to go to the islands of Maldiva to correct their nao.

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It was Elcano who refused, imposing his criteria of entering unknown latitudes of the southern Indian Ocean. In view of the ensuing defeat, their intention was to always sail away from the coast, thereby minimizing the risk of being caught. To dare to do so, he had to trust that his ship and its crew would endure, since he did not intend to approach known lands. He was determined to travel half the world without stopovers.

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It is essential that we also ask ourselves why Elcano did not choose to go back where those of the nao Trinidad wanted to. Sources tell us that that route through the Pacific was chosen mainly because of the help they hoped to obtain in Panama from other Castilians. Having discarded the option of returning through the Strait of Magellan, probably considering it more difficult, they found a shortcut when thinking of going to Panama, where they knew that the expedition of Gil González Dávila and Andrés Niño was exploring the Pacific coast. They all knew each other, as both expeditions coincided in Sanlúcar de Barrameda before setting sail - that of Gil González Dávila and Andrés Niño set sail in Sanlúcar only a week before that of Magallanes. Thus, with this help they planned to move the cargo of nails overland from the Pacific coast to the Atlantic coast, and from there they would return to Spain with total normality in other ships. Antonio de Brito, the Portuguese captain who would end up capturing them months later, told it like this:

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From the Darien they planned to pass the nail on camels to the other band, because they assured me that ships from Castile were armed, and that they would transport it on them.

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The greatest difficulty these men would have to face was to cross the Pacific, where the winds had always been favorable during the outward journey with Magellan, and now it would be logical for them to be contrary. They should have counted on it. However, they preferred to take that risk after finding that their ship was damaged, as is clear from the sources for considering this trip as more conservative in the face of all the risks that those of the Victoria ship would assume. Elcano did not know what winds he would find in the South Indian Ocean, and he would never intend to touch the African coast, so his navigation was considered more uncertain than that of the Trinidad and, no matter how long the Pacific seemed, it was no more. to travel half the world without stopping until reaching Spain.

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As we can see, neither option was easy, but Elcano's approach was to trust the success of his return to the resistance capacity of the ship and its crew. He bet on his trade, on what they did best, in seas as far from shore as possible. The familiar got in the way. He preferred to face the sea alone, rather than the Portuguese. And given that if he was successful he would achieve what for him was the greatest achievement of that trip, he did not do so because his return option was shorter or safer, but because of his desire to complete the first round the world.

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IV. Acerca de la atribución y datación de esta carta

Como podemos comprobar, el legajo objeto de este artículo no está firmado, ni su autor se refirió a sí mismo en ningún momento. Sin embargo, José Toribio Medina tuvo clara la autoría cuando en 1888 publicó su transcripción, puesto que la tituló como Copia de un documento de letra de don Juan de Zúñiga, que dice, «Traslado de dos cartas de las Indias», que vinieron en estas dos naos.

Sospechamos que esta atribución dada por el gran historiador chileno esté motivada porque, junto a este legajo, estén archivados otros con la misma letra provenientes de Juan de Zúñiga, en los que sí figure expresamente su autoría. No obstante, no hemos tenido acasión de desplazarnos al Archivo General de Simancas para comprobarlo, teniendo acceso únicamente a la digitalización de los cuatro folios que componen el legajo sobre el que tratamos. Pese a ello, hemos realizado un rastreo en el Portal de los Archivos Españoles PARES para tratar de confirmar la atribución dada por Medina, y todo parece apuntar a que es correcta.

Antes de ello, vamos a fijarnos en la datación del documento. Las cartas llegadas a Portugal de las que se daba traslado hemos visto que habían sido fechadas en Cochín, en diciembre de 1522. Por entonces, las armadas portuguesas acostumbraban a partir desde India con el cambio de año, y arribaban a Lisboa a mediados del verano, durante las últimas semanas de julio o las primeras de agosto.

Por otra parte, en referencia a la datación de la carta se habrá notado que en ella se incluía una fecha incompleta: «domingo 29 de agosto». No quedó expresado el año pero, dado que sí el día de la semana y del mes, en principio deberíamos poder deducirlo. Sin embargo, comprobamos que no hubo ningún día 29 de agosto que coincidiera con un domingo desde 1522 hasta el año 1529 (41). Carecería de cualquier sentido que esta carta fuera datada en un momento tan tardío como en 1529, aportando noticias completamente obsoletas por entonces. Esto nos lleva a proponer que el autor sufrió un lapsus al indicar la fecha y que, en realidad, esta carta fue escrita el domingo 30 de agosto de 1523.

Comprobamos que don Juan de Zúñiga Avellaneda y Velasco, futuro ayo de quien sería el rey Felipe II (42), se encontraba en Portugal en agosto de 1523. Así se muestra en diferentes documentos (43) relativos al objeto de su visita, que consistía en trasladar al rey Juan III la petición de Carlos I de organizar una armada conjunta a las islas Azores, que sirviera de escolta a las naos provenientes de América, ante las informaciones recibidas sobre la presencia de corsarios en el Atlántico norte.

Es muy diversa la bibliografía que trata a don Juan de Zúñiga como embajador del rey Carlos I en el reino de Portugal a partir de 1524 (44), año en el que se celebró la conocida como Junta de Elvas - Badajoz entre comisionados de ambos reinos para tratar de dirimir la pertenencia del Maluco. La vinculación de Juan de Zúñiga con estas negociaciones fue destacada, como también lo fue no mucho después en relación con el acuerdo matrimonial entre Carlos I y doña Isabel de Portugal.

Todo parece encajar para llevarnos a dar la razón a José Toribio Medina: el informante a Carlos I desde Portugal parece tratarse de don Juan de Zúñiga y Velasco, y añadimos a ello que la fecha en que este dio traslado de las noticias llegadas desde la India debió ser el 30 de agosto de 1523.

41 Según CAPPELLI, Adriano, Cronología, cronografía e calendario perpetuo, Settima edizione, Hoepli: Milán, 2012.

 

42 Minuta de despacho a Juan de Zúñiga, comendador mayor de Castilla, ayo de Felipe, príncipe de Asturias, Génova (Italia), octubre de 1536, AGS, EST, LEG, 1369, 305.

 

43 Orden a Juan de Zúñiga sobre carta para Juan III, rey de Portugal, Valladolid, 1 de agosto de 1523, AGI, Indiferente, 420, L.9, ff. 173r-173v. Ver también el documento a continuación del f. 173v, sobre este mismo asunto y dirigido al capitán de la armada de guarda de la costa de Andalucía, don Pedro Manrique.

 

44 FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, Martín, Colección de Documentos Inéditos para la Historia de España, Tomo I, Madrid: Impr. de la viuda de Calero, 1842.

V. Discusión sobre la veracidad de la información analizada

Hemos desarrollado qué implicaciones conlleva la afirmación encontrada en este documento acerca del plan previsto por las naos Trinidad y Victoria para afrontar su regreso, pero también resulta necesario que tratemos acerca del grado de veracidad que ofrece la fuente ante la que nos encontramos, en relación con la historia de la expedición de la primera vuelta al mundo.

Sin duda, el relato que esta ofrece sobre los hechos acaecidos resulta confuso, y además contiene algunos errores de bulto, que no creemos necesario enumerar. Por ello, en general, no resulta razonable atribuir un grado de veracidad alto a las informaciones proporcionadas.

Dicho esto, hay algunos detalles que, en sentido contrario, no resultan cuestionables. Por ejemplo, sería completamente ilógico dudar de la veracidad de la afirmación de que «llegaron a Cochín a salvamento con los castellanos grumetes, de quien se supo todo esto», puesto que quien redactaba la carta que llegó a Lisboa se encontraba también en Cochín, donde contaba que llegaron los dos jóvenes. Con gran probabilidad se trata de una información veraz, que nos sirve para ubicar en esta ciudad a estos dos castellanos, unos meses después del paso por Malaca que quedó registrado en el testimonio que se les tomó allí a 1 de junio de aquel año de 1522.

Resulta claro que toda la información que se proporciona fue obtenida por los portugueses a través de Martín de Ayamonte y de Bartolomé de Saldaña, porque esta concluye dando noticias de que la nao Victoria se encontraba de camino a Castilla, mientras que una averiada nao Trinidad permanecía en el Maluco, antes de lanzarse al Pacífico en su intento de tornaviaje. De igual modo, quien escribió todo esto desde Cochín sabía que el capitán portugués Antonio de Brito se dirigía al Maluco, pero todavía no había tenido conocimiento de su llegada allí hacía nueve meses, ni por supuesto del posterior apresamiento de la tripulación superviviente al tornaviaje de la Trinidad, un hecho que había tenido lugar pocas semanas antes de diciembre de 1522, cuando la carta fue escrita.

De esta forma, bien podría ser cierta la información sobre la que nos hemos fijado: «estas naos traían hecho fundamento de se venir por las islas de Maldiva», porque concuerda y da sentido a las deducciones que por otras fuentes, más directas y de origen menos dudoso, resultaban lógicas. Simplemente, esta frase completaría la información proporcionada en el testimonio dado en Malaca por los dos castellanos desertores: quienes pensaban regresar por las islas Maldivas no solo eran el maestre y el piloto de la nao Victoria, según en este se afirmaba, sino, en realidad, también los compañeros de la nao Trinidad, antes de aquella fatídica rotura de la quilla que les hizo cambiar de idea.

VI. Conclusiones

Según lo desarrollado, de ser cierta la afirmación de que las islas Maldivas iban a constituir el punto de escala prevista para el regreso conjunto a Castilla de las naos Trinidad y Victoria —lo cual resulta verosímil por ser concordante con lo que se podía deducir de ello a través de otras fuentes—, podemos formular varias conclusiones importantes:

  • Se refuerza la hipótesis de que al zarpar inicialmente del Maluco con ambas naos se pretendía adoptar una ruta de regreso que cruzara la demarcación portuguesa del Tratado de Tordesillas, aunque diferente de la que terminó adoptando Elcano. Pretendían dirigirse al estrecho de Malaca haciendo una navegación de cabotaje, y realizar una escala posterior en las islas Maldivas.

  • Esta intención se concretó bajo el mando de Gonzalo Gómez de Espinosa como capitán general de la armada.

  • La idea de convertir el viaje a la Especiería en el de la primera vuelta al mundo quedó frustrada para los de la nao Trinidad por causa de la avería sufrida en el momento de zarpar. Es entonces cuando estos planearon dirigirse al Darién.

  • Durante la navegación en solitario de la nao Victoria, el capitán Juan Sebastián de Elcano siguió el plan preestablecido hasta alcanzar Timor, pero una vez aquí decidió modificar la ruta anteriormente acordada por mayoría con los compañeros de la Trinidad. Como consecuencia, encontró la oposición de su maestre y de su piloto, y también la huida de dos tripulantes. Pese a ello, hizo prevalecer su posición de mando, renunciando a la escala en las Maldivas acordada hasta entonces, y adoptando la ruta finalmente seguida, con rumbo directo hacia el cabo de Buena Esperanza a través del Índico sur.

  • Por último, cabe reseñar que recibimos noticia de que los dos castellanos huidos en Timor de la nao Victoria, Martín de Ayamonte y Bartolomé de Saldaña, no solo fueron trasladados a Malaca, donde se les tomó testimonio, sino que después se les llevó a Cochín.

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​Cómo citar este articulo:

MAZÓN SERRANO, Tomás, Dos naos a por la vuelta al mundo [en línea], febrero de 2023. Disponible en https://rutaelcano.com/dos-naos-a-por-la-vuelta-al-mundo [Consultado: --/--/20--].

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